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domingo, 17 de septiembre de 2017

Soluciones a corto plazo: Dulces placebos

De esos remedios caseros difíciles de clasificar en si se esta tratando de algo que alimenta nuestro "alivio de conciencia" o,simplemente,  es una rápida patada al problema.
O quizás ambas cosas.
Sin embargo es de hipócritas creer que bastaran cuatro tablones para frenar un vendaval.
Nos mentimos a nosotros mismos con falacias del calibre más simple,  que rezan el pretexto de que "es lo único que tenemos a mano en ese momento". 



En serio? 
Tan simple resulta ser la mente humana? 
O es, tal vez,  esa falsa esperanza desesperada por salir del agujero en un " Ahora y ya".

. Miedo: así es como le llaman algunos.  Es la bolsa de donde nacen todos esos parches caseros; y es lo que nos acerca aún más al vendaval.  Una fina línea en la que lo separa todo. El SI del NO; la cual te sirve para encerrarte a cal y canto sabiendo que no te harán daño.
Pero ... cuanto aguantarás?  
Cuán grande es tu miedo como para seguir parcheando esa puerta con soluciones a corto plazo?  

.Tiempo: eso es lo que nos proporcionan esos remedios caseros.
Un tiempo del cual el miedo se nutre, ahondando aún más en el hueco de esa bala. 
Nos negamos la realidad más veces de las que pensamos al querer normalizar la Ley del mínimo esfuerzo bajo las banderas de esas soluciones rápidas; de esas chapuzas rápidas. 
Y creemos que ya esta. Que seremos inmunes de por vida al dichoso resfriado. Cuando invierno tras invierno nos hemos hartado de cohesistir con ellos. 
Porque,mientras tengamos la oportunidad de ser esclavizados por frases como la  de "salir del paso",nos conformamos con tal de ser bendecidos por la comodidad. Nuestras mentes descansarán tranquilas,pagadas con nuestro mínimo esfuerzo, asegurándonos nuestro máximo debajo de la almohada, en cada sueño que tenemos.
El miedo a la batalla final siempre será mayor que el dolor que causan los placebos. Y nos volvemos a conformar.
Y es que desconocemos el potencial de nuestro arsenal. De todo eso que guardamos bajo nuestra pequeña manga. 

Pero donde queda la curiosidad? Ese deseo por saber cuan potentes son nuestras armas?

By Waisy.

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